El eclipse no nos bajó el peso. ¿Por qué?
Tristemente, en mi opinión, en las redes circulaba una “noticia”. Esta comentaba básicamente que el eclipse pasado del que todos hablaban nos iba a bajar el peso en la magnitud de 1 kilogramo ¿Por qué esto no sucedió y nunca lo va a hacer?
En muchos portales (incluso algunos de cierto renombre) afirmaban que la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, más conocida como NASA, había emitido un comunicado que las personas de la Tierra durante el eclipse solar del 21 de agosto, bajaríamos “un kilo.”
Las razones.
Las justificaciones de este tipo de noticias era, de cierta manera, real. Este descenso de peso se debe a las influencias gravitatorias provocadas por el astro rey y nuestro satélite natural combinadas debido a la disposición de los astros como se observa en la imagen de arriba, lo que tiene sentido, pero, ¿llega a esa magnitud?
Todo cuerpo con masa genera un campo gravitatorio que influencia a otro cuerpo con masa; haciendo que estos se atraigan con una fuerza directamente proporcional a una constante y a sus masas pero inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que están separados. La ley que explica esto fue formulada por Newton, publicada en el siglo XVII denominada “Ley de gravitación universal” y su expresión es la siguiente:
Teniendo los datos correspondientes podemos sacar la atracción gravitatoria entre dos cuerpos cualesquiera, pero siempre entre dos, es decir, por ejemplo, entre una persona y la Luna, y luego entre la persona y el Sol, para saber con cuenta fuerza se atraen entre ellos.
Calculando algo con más sentido.
Es decir que podríamos calcular con cuánta fuerza me atrae el Sol, en otras palabras, “cuanto peso me saca” y luego con la Luna. Teniendo en cuenta las características del campo en cuestión, en este caso el gravitatorio, podemos aplicar un principio llamado “Principio de superposición” donde básicamente dice que las fuerzas aplicadas a un cuerpo particular por otros se suman, y el resultado de la fuerza total es la suma vectorial de ellas. Como en el eclipse están los astros alineados, no necesariamente necesitamos conocer qué es un vector.
Ahora finalmente vamos a los números, lo que calcularemos es la fuerza con la que se atraen el Sol(m1) y una persona de 80 kg.(m2) y esta persona con la Luna(m1). Conociendo los datos de las masas de los astros, la distancia aproximada entre el astro y la persona(r) y el valor numérico de la Constante de gravitación Universal(G) no deberíamos tener problemas.
Teniendo en cuenta las unidades del Sistema Internacional llegamos a la conclusión de que la fuerza de atracción de la persona-Luna es de unos 0.2 Newtons (unidad de fuerza) y la atracción persona-Sol es de 0.47 N. Es decir que la fuerza con la que nos atrae el Sol y la Luna combinados es de 0.67 Newtos, ese es el peso que nos quita.
Conclusión.
El tema es que la gente normal no está acostumbrado a medir fuerzas como el peso en Newtons. Nosotros pesamos “kilos” lo cual no nos dice nada ya que “kilo” es un prefijo que significa “mil”, como “kilómetro”. Nosotros al decir “kilo” nos referimos a “kilogramo” que es una unidad de masa, no de fuerza, pero afortunadamente en el sistema Técnico el “número es el mismo“. Eso quiere decir que cuando nos pesamos sabemos con cuánta fuerza nos atrae la Tierra (y viceversa) pero además podemos saber nuestra masa (cuánta cantidad de materia tenemos).
En cuanto al dilema de cuánto peso “nos sacaron” esos astros en unidades que todos manejamos es aproximadamente 68 gramos, unas 170 000 veces más que la fuerza de atracción gravitacional entre dos personas.
Cabe destacar que la inclinación de la órbita de la Luna con respecto a la de la órbita de la Tierra es muy pequeña; (pero suficiente como para no producir eclipses cada 28 días) por lo que esa quita de peso sucede literalmente cada vez que los están alineados de manera Tierra-Luna-Sol. Otro punto muy importante es que la alineación de estos cuerpos le quita peso a las personas que están “debajo” de los astros, pero se le suma a los que están del otro lado del planeta.