El telescopio espacial Kepler se apagó.
Terminó su misión después de nueve años en orbitando el Sol y el descubriendo de más de 2600 exoplanetas. El proyecto comenzó hace 35 años, sin planetas fuera del Sistema Solar descubiertos.
Su objetivo era descubrir planetas similares a la Tierra, de tamaño comparable, rocosos y a una distancia a la que el agua esté líquida. Donde, como en la Tierra, estaría presente en la superficie, y por lo tanto susceptible de albergar vida.
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Hace unas semanas, el combustible cayó a un nivel muy bajo. Kepler tiene paneles solares, aunque estos solo alimentan sus dispositivos electrónicos a bordo.
El telescopio llevó 12 kilogramos de combustible en 2009 para su motor, que se usaba para corregir las derivas y controlar la órbita, y los ingenieros sabían que la misión no podría durar eternamente.