La estrella más vieja de la galaxia
El estudio nuestra el descubrimiento de una de las estrellas con menos contenido metálico que se conoce. Está a 7.500 años luz de distancia del Sol, en el halo de la Vía Láctea, y puede localizarse en la constelación del Lince, continúa en la Secuencia Principal, etapa en la que las estrellas pasan la mayor parte de su vida. La fuente de energía de estas estrellas sigue siendo la fusión de hidrógeno en su núcleo y su temperatura superficial y luminosidad apenas cambian. Tiene baja masa, unas 0,7 veces la del Sol, pero su temperatura es 400 grados superior.
Este descubrimiento se realizó gracias a imágenes espectroscópicas hechas por OSIRIS (Optical System for Imaging and low-intermediate-Resolution Integrated Spectroscopy) instalado en el Gran Telescopio Canarias (GTC), en el Observatorio del Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma). OSIRIS descompone la luz de los objetos celestes para estudiar sus propiedades físicas y químicas, y por eso se sabe que J0815+4729 está compuesta por una millonésima parte de la cantidad de calcio y hierro que hay en el Sol, pero que posee un enorme contenido en carbono, casi un 15% del carbono solar.

El lince
“Únicamente se conocen unas pocas estrellas de este tipo en el halo, donde se encuentran las estrellas más antiguas y más pobres en metales de nuestra galaxia”, explica David Aguado, autor principal del artículo. “La teoría predice que estas estrellas podrían formarse justo después y a partir del material de las primeras supernovas, cuyos progenitores fueron las primeras estrellas masivas de la galaxia, aproximadamente 300 millones de años tras el Big Bang. […] A pesar de su edad y de la distancia a la que se encuentra de nosotros, todavía hoy es observable”, comentaba Jonay González Hernández, otro de los autores del artículo.
La estrella se identificó en la base de datos de SDSS (Sloan Digital Sky Survey) en el proyecto BOSS (Bayron Oscillation Spectroscopic Survey) y luego se observó con el sistema de espectrógrafo e imágenes de dispersión intermedia (ISIS) en el Telescopio William Herschel (WHT), del Grupo de Telescopios Isaac Newton, en el Observatorio del Roque de los Muchachos. “Esta estrella estaba escondida en la base de datos del proyecto BOSS, entre un millón de espectros estelares que hemos analizado para identificarla, lo que ha requerido un considerable esfuerzo observacional y computacional”, indica el coautor de la publicación, Carlos Allende Prieto. “Se requiere espectroscopía de alta resolución en telescopios de gran diámetro para intentar detectar otros elementos químicos en la estrella, que ayuden a entender las primeras supernovas y sus progenitores”, afirma.
En un futuro cercano, el espectrógrafo HORS, en fase de pruebas en el GTC, podría proporcionar una herramienta clave para el análisis químico de estrellas débiles como la estrella J0815+4729. Rafael Rebolo, director del IAC y coautor de esta publicación, agregó: “Detectar el litio nos proporcionaría información crucial relacionada con la nucleosíntesis en el Big Bang. Estamos trabajando para que el GTC tenga un espectrógrafo de alta resolución y amplio rango espectral para poder acceder, entre otras cosas, a la química detallada de estrellas únicas como J0815+4729”.