La radiación espacial no impedirá la exploración del espacio.
La radiación espacial es uno de los grandes problemas a resolver para un viaje tripulado a Marte, pero NASA está desarrollando tecnologías para poder tener un viaje seguro con éxito. La radiación espacial difiere a la radiación que tenemos acá, incluso más peligrosa. Por ejemplo la Estación Espacial Internacional está justo en el interior del campo magnético de nuestro planeta, los astronautas reciben más de diez veces la radiación que recibirían de forma natural aquí. Es decir que en el exterior del campo las cosas son aún peores; allá fuera circulan los rayos cósmicos galácticos, se desencadenan tormentas de protones solares y están los cinturones de Van Allen, parte de nuestra magnetósfera que contiene radiación espacial atrapada.
La NASA consigue proteger a los astronautas de las tormentas de protones solares avisándo para que se refugien en una zona recubierta con materiales protectores adicionales. Sin embargo, resulta mucho más difícil protegerse de los rayos cósmicos galácticos, ya que esas partículas altamente energéticas proceden de toda la galaxia. Su energía es tal, que logran atravevzar a los metales protectores, incluso, plástico, agua y material celular. Durante la penetración, se generan neutrones, protones y otras partículas en una cascada de reacciones que ocurren a través de los materiales protectores. Esta radiación secundaria a veces puede ser peor para la tripulación.
La NASA está evaluando varios materiales para poder proteger a los astronautas de los rayos más energéticos, los cósmicos galácticos. También están desarrollando y probando conceptos de protección para vehículos de transporte, hábitats y trajes espaciales con modelos de vanguardia y en instalaciones experimentales como el Laboratorio de Radiación Espacial de la NASA (NSRL). Incluso entre ellos, se incluyen fármacos, que podrían ser más efectivos que los escudos tradicionales para proteger a las tripulaciones ante los rayos cósmicos galácticos. Por ejemplo, diversos equipos de expertos están integrando instrumentos de detección de radiación en la nave espacial Orion, como el Evaluador de Radiación Electrónico Híbrido; los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional están usando dosímetros personales; y también hay ingenieros desarrollando herramientas mejoradas de predicción de la meteorología espacial y estudiando diseños de cohetes más rápidos para reducir el tiempo transcurrido en el espacio y con ella la exposición a la radiación espacial.
Por suerte, tendremos un futuro de astronautas más protegidos.