La Voyager 2 llegó a espacio interestelar después de más de 4 décadas.
La mítica nave espacial de la NASA Voyager 2 hay salido oficialmente de nuestro vecindario espacial, el Sistema Solar. Ya llegó al espacio interestelar, uniéndose a su gemelo, la Voyager 1, que hizo el pasaje en 2012.
¿Dónde empieza el espacio interestelar?

Podemos decir que estas dos naves están más allá del espacio del sistema solar. Esto se debe a que ahora navegan en espacio interestelar.,Están fuera del alcance de la influencia del Sol, particularmente por la heliosfera. Son los emisarios más distantes que la humanidad alguna vez haya lanzado. En cuanto a distancias, la Voyager 1 está a 21 600 millones de kilómetros del Sol. La Voyager 2 está a 18 mil millones de kilómetros.
La Voyager 2 cruzó ese límite el 5 de noviembre pasado, aunque el anuncio se hizo ayer en una reunión de la American Geophysical Union en Washington DC. La señal es mucho más limpia de lo que era para la Voyager 1.
Los datos de la Voyager 2 muestran un aumento en los rayos cósmicos que se originan más allá del Sistema Solar, y una nula llegada de partículas cargadas provenientes del Sol, comprobando la salida de la heliosfera.

También tiene un instrumento de viento solar en funcionamiento que no funcionaba en la Voyager 1 cuando cruzó el límite de la heliosfera. El instrumento también mostró una caída dramática en el número de partículas solares detectadas.
La Voyager 2 ya no detecta rayos cósmicos del Sol.
Lo interesante es que la Voyager 2 viajó a través de una sección un poco más gruesa del límite de la heliosfera, en comparación a su par. Al cotejar cómo evolucionan los caminos de las dos sondas Voyager, se puede obtener mejor información sobre el medio interestelar donde van navegando, como por ejemplo, la orientación de los campos magnéticos.
Ambos Voyagers se lanzaron en 1977. El Voyager 2 salió primero, pero el Voyager 1 tuvo una trayectoria más rápida. Ambos visitaron Júpiter y Saturno, realizando la primera exploración de esos planetas. La NASA después modificó el camino de la Voyager 2 para visitar Urano y Neptuno, marcando también la primera exploración de esos mundos.