“Los delitos que se cometen de noche suelen suceder con Luna Llena”
En paralelo, como astrónoma “forense”, desde 1987 comenzó a responder los oficios de la Justicia. Le llegan a razón de tres por año. Elaborar el informe le lleva una mañana que incluyen a qué hora se puso el Sol, si había crepúsculo civil matutino o vespertino o qué nivel de iluminación daba la Luna a determinada hora. Lo calcula a través de las efemérides diarias del Sol, de la Luna, las coordenadas geográficas brindadas por el Instituto Geográfico Nacional y el huso horario vigente en el país.
Un factor determinante es saber en dónde sucedió el delito ya que las posiciones de los objetos en el cielo, a la precisión del minuto, varían cada cincuenta kilómetros por ejemplo.
También, si el delito se cometió a la noche, es imprescindible saber si la Luna era visible. “Sobre todo días antes o después de la Luna Llena, la Luna ilumina mucho”. El grado de iluminación de la Luna es un cálculo que realiza la sección Luminotecnia del Centro Física y Metrología del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) con los datos calculados por la astrónoma.
“Si pasa algo a la noche, generalmente, hay Luna Llena. Tal vez la persona que está sospechada dice que era oscuro, pero si había Luna Llena… caramba. Con los datos que brinda el astrónomo, la Justicia después debe ir al lugar del hecho y realizar una pericia para ver si no había algún obstáculo –como puede ser un árbol, una construcción, una lomada- que tapase el Sol o la Luna”.