Sorprendentemente los agujeros negros tienen muy poco magnetismo.
“Nuestras medidas, sorprendentemente bajas, forzarán nuevas restricciones en los modelos teóricos que anteriormente se enfocaban en campos magnéticos fuertes que aceleran y dirigen los flujos de chorro” explicaba Stephen Eikenberry, uno de los autores del estudio; asegura que no esperaban obtener estos resultados.
Gracias a las nuevas mediciones, se podrá comprender mejor cómo funciona el magnetismo de los agujeros negros, conociendo mejor sobre cómo se comporta la materia en condiciones extremas. Los nuevos datos ampliarían los límites de la energía de fusión nuclear y los sistemas de GPS y se aplicarían a otras investigaciones para revelar cómo los chorros de partículas salen disparados de ellos, mientras que todo lo que les rodea es absorbido por ellos.
Yigit Dalilar, autor principal del artículo, recordaba que estas explosiones en los agujeros negros son rápidas, y en el caso de los estallidos de V404 Cygni en 2015, apenas duraron un par de semanas. “Observarlo fue algo que sucede una o dos veces en la carrera, este descubrimiento nos pone un paso más cerca de comprender cómo funciona el universo”.
Los autores del estudio desarrollaron la mediciones a partir de los datos recopilados en 2015 durante el estallido de chorros de este agujero negro. Este evento fue observado con la cámara infrarroja CIRCE, instalada en el Gran Telescopio Ganarias y a través de UltraCAM, del telescopio William Herschel, ambas en el Observatorio del Roque de los Muchachos en Garafía, La Palma. También se utilizaron observaciones de rayos X del Instituto de Tecnología de California y el telescopio espacial NuSTAR de la NASA; así como datos del Arcminute Microkelvin Imager, telescopio ubicado en el Reino Unido.