En el vasto cosmos, en el corazón de una galaxia espiral llamada Markarian 817, se encuentra un objeto misterioso y colosal: un agujero negro supermasivo. Este agujero negro, con una masa equivalente a 81 millones de soles, ejerce una atracción gravitatoria tan intensa que atrae todo el gas y la materia a su alrededor. Pero aquí está la sorpresa: en lugar de devorar todo lo que encuentra, este agujero negro ha decidido hacer algo completamente inusual.

Imagina a un niño que, en lugar de comer su comida, la arroja en todas direcciones. Así es como se comporta este agujero negro. Genera un viento ultra rápido que barre el gas interestelar circundante y altera la estructura de su propia galaxia, la Markarian 817. ¿Cómo es posible esto? Vamos a explorarlo.

1. El Disco de Acreción: Cuando el gas cae hacia el agujero negro, forma un “disco” plano alrededor de él. En este disco, el gas se calienta y se ilumina. Pero en lugar de ser engullido por el agujero negro, parte del gas es expulsado en forma de viento.
2. El Viento Caprichoso: Este viento, impulsado por la energía del agujero negro, es tan rápido que bloquea incluso los rayos X que intentan escapar desde su entorno. Es como si el agujero negro estuviera diciendo: “¡No, no quiero esos rayos X aquí!”.
3. La Retroalimentación AGN: Este fenómeno está relacionado con la retroalimentación activa del núcleo galáctico (AGN). Cuando un agujero negro supermasivo se alimenta, libera material energético a través de chorros o vientos. En el caso de Markarian 817, este proceso complejo está en pleno apogeo.
4. El Descubrimiento: Astrónomos italianos detectaron este agujero negro utilizando el telescopio espacial XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea. Situado a 430 millones de años luz de distancia, este agujero negro se alimenta a sí mismo pero impide que su galaxia forme nuevas estrellas. Es un equilibrio delicado entre la creación y la destrucción.

Fierce Feedback in an Obscured, Sub-Eddington State of the Seyfert 1.2 Markarian 817 – IOPscience