¡Estamos en una lluvia de estrellas!

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Las lluvias de meteoros son uno de los fenómenos astronómicos más espectaculares y esperados por los aficionados a la observación del cielo. Consisten en el aumento repentino y temporal del número de meteoros o estrellas fugaces que se ven en una determinada zona del firmamento. Estos meteoros son pequeñas partículas de polvo o roca que se desprenden de los cometas cuando pasan cerca del Sol y que entran en la atmósfera terrestre a gran velocidad, produciendo un destello luminoso al desintegrarse por el rozamiento.

Una de las lluvias de meteoros más conocidas y activas es la de las Perseidas, que se produce cada año entre finales de julio y mediados de agosto, cuando la Tierra atraviesa la órbita del cometa Swift-Tuttle. Este cometa tiene un período orbital de unos 133 años y deja tras de sí una estela de partículas que se convierten en meteoros al chocar con nuestra atmósfera. El nombre de Perseidas se debe a que el punto del cielo desde donde parecen salir los meteoros, llamado radiante, se encuentra en la constelación de Perseo.

Sin embargo, este año 2023 tendremos la oportunidad de observar otra lluvia de meteoros mucho menos frecuente y que podría ser muy intensa: las Epsilon Perseidas. Esta lluvia se produce cuando la Tierra atraviesa la órbita del cometa 2008 ED 69, que tiene un período orbital de unos 1000 años y que fue descubierto en 2008 por el telescopio espacial WISE. El radiante de esta lluvia se encuentra cerca de la estrella Epsilon Persei, en la misma constelación de Perseo, pero un poco más al norte que el de las Perseidas clásicas.

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¡Más de 100 meteoros por hora!

Las Epsilon Perseidas tienen su máximo el día 9 de septiembre, coincidiendo con la fase menguante de la Luna, lo que favorecerá la visibilidad de los meteoros. Según las predicciones, la tasa horaria cenital (THC), es decir, el número máximo de meteoros que se podrían ver por hora desde un lugar ideal con el cielo totalmente despejado y oscuro, podría superar los 100 meteoros por hora, lo que supondría una auténtica tormenta de estrellas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las condiciones reales de observación suelen ser menos favorables, por lo que el número real de meteoros que se puedan ver será menor. Además, el radiante de las Epsilon Perseidas está situado a una declinación bastante alta (+40º), lo que significa que sólo será visible desde el hemisferio norte y que alcanzó su mayor altura sobre el horizonte el día 10 de septiembre.

Para disfrutar de este espectáculo celeste no se necesita ningún instrumento especial, basta con tener un cielo despejado y alejado de la contaminación lumínica, una silla cómoda o una manta para tumbarse en el suelo, y mucha paciencia y atención. Lo ideal es mirar hacia el noreste, donde se encuentra el radiante, pero sin fijar la vista en un punto concreto, sino abarcando una amplia porción de cielo. También se recomienda estar abrigado y llevar algo de comida y bebida para hacer más llevadera la espera. Y sobre todo, no olvidar hacer un deseo cada vez que veamos una estrella fugaz.



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