Los asteroides son los restos primitivos del material que formó el Sol y, posteriormente, los planetas del sistema solar hace más de 4600 millones de años. La mayoría de estos cuerpos se encuentran en el cinturón de asteroides, ubicado entre Marte y Júpiter. Dado que reciben poca radiación solar, el material de estos asteroides permanece prácticamente inalterado, lo que los convierte en auténticas cápsulas del tiempo que nos permiten comprender mejor cómo era el sistema solar en sus primeros días.
Al estudiar estos asteroides, los astrónomos pueden obtener una imagen más clara de lo que fue el sistema solar primitivo. Además, muchos científicos creen que los asteroides desempeñaron un papel crucial en la entrega de agua y moléculas orgánicas complejas a la Tierra, ingredientes vitales para el surgimiento de la vida. La investigación de asteroides podría confirmar o refutar esta teoría.
Sin embargo, los asteroides binarios, aquellos que cuentan con una luna compañera, ofrecen una perspectiva aún más rica sobre la infancia de nuestro sistema planetario. El sistema solar temprano fue un lugar turbulento y violento, donde las colisiones entre cuerpos rocosos eran comunes. Los asteroides binarios pueden revelar cómo ocurrieron estas colisiones y cómo interactúan estos cuerpos en el espacio.
El telescopio espacial Gaia, de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha jugado un papel fundamental en el descubrimiento de estos asteroides binarios. Desde que comenzó su misión en 2013, Gaia ha determinado las órbitas de más de 156,000 asteroides. Lo notable es la precisión de estos datos, lo que ha permitido a los investigadores observar pequeños “temblores” en las órbitas de algunos asteroides, indicando la presencia de lunas ocultas.
Este hallazgo es solo un adelanto de lo que está por venir. El próximo lanzamiento de datos de Gaia, previsto para 2026, promete revelar aún más sobre las órbitas de asteroides y, potencialmente, descubrir nuevas parejas de asteroides y lunas.
Gaia no es la única misión de la ESA enfocada en asteroides binarios. En octubre de este año, la agencia lanzará la misión Hera, destinada a investigar el asteroide Didymos y su pequeña luna Dimorphos. Esta misión es especialmente relevante, ya que Dimorphos fue el objetivo del experimento DART de la NASA en 2022, diseñado para probar si un impacto cinético podría desviar un asteroide en rumbo de colisión con la Tierra. Hera analizará en detalle el impacto de DART y sus efectos, evaluando la viabilidad de este método para la defensa planetaria.
Over 350 asteroids have hidden moons, Gaia space telescope finds | Space
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