La oposición de Neptuno es un fenómeno astronómico que ocurre cuando el planeta más lejano del Sistema Solar se alinea con la Tierra y el Sol, de modo que se encuentra en el punto más cercano a nuestro planeta y más brillante en el cielo nocturno. Este año, la oposición de Neptuno se produjo el 14 de septiembre, cuando el planeta azulado se situó a unos 4.300 millones de kilómetros de la Tierra, unas 29 veces la distancia entre la Tierra y el Sol.
Para observar la oposición de Neptuno, se necesita un telescopio o unos prismáticos, ya que el planeta es demasiado débil para ser visto a simple vista. Además, hay que saber dónde buscarlo, ya que se encuentra en una zona poco poblada de estrellas, en la constelación de Acuario. Una forma de localizarlo es usar como referencia a Júpiter y Saturno, que también están en oposición este mes y son mucho más brillantes y fáciles de encontrar.
La magnitud relativa es una medida de la luminosidad aparente de un objeto celeste, es decir, cuánto brilla desde nuestro punto de vista. Cuanto menor es el número, más brillante es el objeto. Por ejemplo, el Sol tiene una magnitud relativa de -26,7, la Luna llena de -12,7 y Venus de -4,6. La magnitud relativa depende de varios factores, como la distancia, el tamaño, la reflectividad y la fase del objeto. La magnitud relativa de Neptuno en oposición es de unos 7,8, lo que significa que es unas 900 veces menos brillante que el límite de lo visible a simple vista, que es de unos 6. Por eso, se necesita un instrumento óptico para apreciarlo.
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